El tubo fue diseñado especialmente para trabajar en lugares confinados. El imán evita que la bujía caiga al suelo con el consiguiente daño. Recuerde que aunque el exterior de la bujía es metálico, el interior es de cerámica, y de manera que cuando una bujía cae al suelo, el golpe puede romper esa cerámica y la bujía quedará inutilizada.